Con este nombre se conocen varias especies de peces, algunas europeas y otras americanas, a donde no hay duda que el nombre fue trasplantado desde aquí.
El sábalo de la Europa occidental es un pez anádromo, esto es, que vive habitualmente en el mar y sube en primavera por los ríos para desovar y pasar la primera parte de su vida en agua dulce. Bautizado como “alosa alosa”, su presencia está perdiendo territorio a gran velocidad como consecuencia de la contaminación industrial y agraria de los ríos, por la urbanización salvaje y la construcción de presas y menos por la pesca (ver la imagen adjunta). Esta especie tiene subespecies que han llegado a sustituir la fase marina por una vida lacustre y también se le clasifica como “cupleido” por la forma e imbricación de sus escamas que ajustan como los escudos de una cohorte romana.
Los apasionados del celtismo se precipitan a jurar que su nombre es de origen celta a partir de “sabalos”, variante de “samos”, verano en una rama celta, época en la que el pez vive en aguas continentales.
Difícil para cualquier investigador de creer la evolución de “samos” a “sábalo”, como lo es la explicación de porqué no se llaman también así los demás peces que suben por los ríos en primavera y bajan en verano…
Más difícil de creer aún si se descubre que esa feliz idea viene de Julius Pokorny, un farsante que ha llenado los diccionarios etimológicos de disparates editados al gusto de sus mecenas celtófilos.
La especie europea, la “alosa alosa”, tiene con otros cupléidos la distintiva característica de tener una boca extensible hacia delante, que se abre como un paraguas para capturar el krill en las especies pequeñas y otras presas en las mayores, condición que encaja perfectamente con la explicación desde el Euskera según “zabal aho”. “Zabal” es un adjetivo de uso corriente que significa ancho, amplio y “aho” es el nombre de la boca, con lo que su nombre vulgar diría “boca amplia”.
La imagen de su cabeza, con la mandíbula dirigida hacia arriba para hacer más amplio el perímetro del cerco bucal y el surco en que termina, que hace de charnela, lo certifican.
La especie de la América meridional es de aguas continentales, siendo su nombre científico “Prochilodus lineatus”, el nombre nativo “Curimbatá” y el nombre vulgar más recurrido, “Sábalo Jetón”, tal como cita la Wikipedia, forma coloquial del Castellano, para “boca grande”.
La tercera especie que se da en el Atlántico y Caribe, se conoce en el ámbito científico como “Megalops atlánticus” y es una voraz especie marina que no duda en penetrar en los ríos persiguiendo a sus presas y que es un objetivo de pesca deportiva muy codiciado, cuyo tamaño de boca no da lugar a equivocaciones como muestra el afortunado pescador de la imagen.
Es cierto que cada una de estas explicaciones provoca otras nuevas interrogantes, pero para eso estamos los verdaderos investigadores.