Tauromaquia en Euskera?
Abanto, acicate, aviso, becerro, brindar, buey, capa, citar, corrida, coso, cuerno, dehesa, derribar, estoque, jaula, latigazo, lidia, monosabio, morlaco, muleta, peón, toro, traje de luces, yegua… y muchas más, son voces relacionadas con el toro.
Los que hemos vivido muchos años tenemos más probabilidad que los jóvenes de haber observado fenómenos y comportamientos sociales diversos, unos lógicos, otros absurdos, pero todos ellos didácticos.
La que se llama “fiesta de los toros” en España, Portugal, Sur de Francia y algunas islas, es un resto prehistórico de una cultura extinguida, que muchos ahora ni imaginan ni comprenden y que –por tanto- está sometida a los vaivenes de la política y a los caprichos de los intereses de cada momento.
Mis recuerdos de niño estaban más a favor de “aita” que nos decía que era un “vestigio de barbarie” que de “ama”, que nacida en Matxitxako, de joven vivió en Madrid y Bilbao y la invitaron “a los toros” entre piropos y agasajos, por lo que lo narraba de otra manera.
“Aita”, culto, teórico y soñador nos aseguraba en los años cincuenta, que algún día seríamos como Noruega, que los políticos pasearían por las calles sin protección, se prohibirían los toros y el mundo disfrutaría de libertad y abundancia. Más adelante, desaparecido el dictador, cuando le contaba que en mi trabajo siguiendo grandes líneas eléctricas había visto docenas de dehesas donde toros y vacas bravas sesteaban y también grandes granjas donde no había sementales y las vacas lecheras eran fertilizadas con una jeringa de cristal y tras criar tres veces eran sacrificadas sin haber visto el cielo, moderó sus líneas argumentales y me comentó al oído que creía que la lidia era voz vasca.
Tenía razón. Los sabios que lo son en base a leerse de cabo a rabo mil libros como el de Petete y no por razonar y ser críticos, nos dicen que el nombre del toreo procede de la época de los Hititas, de la zona occidental de Turquía llamada “Lydia” en Latín. A nadie le importa el tema y como son voces similares así queda escrito y repetido por una caterva de necios que viven del caldo gordo.
¿Qué relación tiene un antiguo imperio con el toreo y qué motivos habría para llamar así a la lidia en lugar de hacerlo como los lidios lo llamaran si hubiera sido cierto que se inventó allí?.
No hay relación; en cambio, el análisis del Euskera junto a informaciones cada vez más reveladoras como los restos de uros de hace hasta 10.000 años encontrados en varios lugares de España, apuntan a que pudo ser una actividad muy extendida (puesto que las poblaciones pastoras eran muy dinámicas), pero aquí, hay casi certeza de que se practicó profusamente.
En sucesivos ensayos sobre este tema, se explicarán otros términos de esa práctica; hoy se comienza con el central, “lidia”, posible contracción (y pérdida de la vocal inicial por aféresis ) de “il idia”.
Que el Euskera necesita “un meneo” y que hay que sacudir de las instituciones a los parásitos que chupan recursos y esconden las propuestas revolucionarias en los oscuros cajones de sus oficinas, es una evidencia que cuesta instaurar, pero que igual que a la cuña le cuesta hendir el tronco, pero después de muchos golpes, uno leve hace crujir a la madera, así sucederá con esta plaga de clientes del poder.
Al toro se le llama actualmente “zezena” y al buey, “idia”, pero ambos nombres están invertidos como otros muchos, víctimas de la degradación de nuestra lengua que lleva –quizás- tres mil años perdiendo vigor.
“Sekatú” es la acción de seccionar algo, de cortarlo transversalmente, voz que se origina en “sé”, menudo, cortado y que el Latín copió en su “secare” 1) y “ená” es el genitivo, así que “sek ená”, donde la “k” se ha sonorizado a “z”, como es muy frecuente, viene a decir que estamos hablando de un animal “capado”, al que se la seccionado el epidídimo y con el corte ha perdido la bravura y su interés por las vacas, pasando a ser durante milenios el petróleo que movió el mundo, un animal mucho más importante que caballos y yeguas: El buey.
En cambio, “idi”, era el toro o becerro entero, como aún se llama (“idiko”, torito) en algunos lugares de Iparralde.
Motivos y proceso por lo que se ha producido esta permuta… ¡A saber!, el caso es que la lidia actual, procedente de “il idia” define la matanza del toro, del garañón que protege a las vacas de un grupo y a sus terneros, recentales que así quedaban desamparados y eran fácil presa de los grupos de pastores y cazadores, con lo que había fiesta y carne a la brasa para todos.
Quizás una sola explicación sepa a poco, pero, pero esta serie tiene cuerda para rato.
1) Voz que se alterna con “amputo, redo, scindo, obscido, proecido….”, algunas de ellas también tomadas del Euskera.
Mila esker zuen senitarteko lanarengatik. Nik ikasten ari naiz eukele. desde siempre en mis vajes los nombres de los lugares me recordaban al euskera, y yo sin saber, imagínate ahora que se un poco más. La mujer también la tengo aburrida pero me aguanta. Voy comprándote poco a poco los libros y aprendiendo y expandiendo tus ejemplos. Por cierto para los que no saben euskera es bueno poner ejemplos de palabras relacionadas. Ya se que hay que ver el terrenopero me gustaria saber como traducirías o definirías a el pueblo de «BERBINZANA» y el termino «BAKAÑO» en NAVARRA.
Eskerrak zuri Francisko zure ikasteko gogoaren gaitik. Ikastea ariketa baliogarria da eta era berean, jakindurako maila bat behar beharrezkoa. En cuanto tenga un rato estudiaré Berbinzana y Bakaño; así de entrada, no te rias, creo que el primero está emparentado con el Birmingham inglés y el segundo, con la calle donde he vivido hasta hace poco, Basañez.
Un abrazo