Nombre vasco de un instrumento musical pastoril que los diccionarios castellanos incorporan con esta misma ortografía y por el que que Sergio Alvarez se interesa.
Nuestros académicos nativos, más dados a copiar que a investigar, se precipitan con frecuencia al asignar orígenes extraños a voces que solo se conservan en Euskera, sin siquiera haber buscado lo más elemental.
Este es el caso de la alboka, flauta de doble caña cuyo sonido no se interrumpe, merced a que quien la interpreta, ha aprendido a insuflar el aire según el procedimiento que se llama “respiración circular”, consiguiendo un sonido meloso y oscilante, parecido al de la gaita.
Estos académicos, individuos con un terrible sentido del ridículo, resuelven el tema asumiendo y revalidando lo que otros –mas atrevidos- que llaman árabe a cualquier cosa que empieza por “al”, dicen de la alboka, que procede de “al buc”, la trompeta.
No se me ocurre instrumento de viento más alejado de la alboka, que la trompeta, pero a ellos les debe valer porque han pasado por alto otros nombres árabes de instrumentos, como “mizmar, mizmar alqarba, aljuzur al abyad, safara, alsuwtio al hayawan…”, que correspondiendo a flautas, clarinetes, silbos, chirivías y dulzainas, son parientes cercanos de la alboka, pero ¿la trompeta?…
Es un insulto al sentido común.
Sin entrar en la lógica de la evolución cultural y técnica según la cual no hace falta ser un genio para determinar que todos los instrumentos pastoriles anteceden en varios miles de años a los que se elaboraron en la época del bronce y que sus nombres debieron de adelantarse a los hechos con metal, solo con ver cómo se inicia el sonido en albokas y trompetas, es evidente que “al buca” será una trompeta, pero no una “alboka”.
Me consta que muchos aficionados a la música, al folclore y al Euskera, han ensayado explicaciones para este nombre e incluso yo mismo –hasta hoy- daba prioridad a la singularidad de que la alboka se construya sobre dos canutos adosados lateralmente para obtener “a dos manos” la riqueza de notas perseguida.
Según esa idea, en “albo ka”, “albo” da idea de lateralidad y “ka”, de secuencia, indicando que va un tubo al lado del otro.
Es posible, pero es que en Euskera existe también la expresión “alboka” para indicar que algo funciona de manera oscilante, en este caso, que el flujo de aire no aporta un caudal continuo, lo que repercute en la potencia sonora que fluctúa y ahora postulo que esta característica es mas genuina y exclusiva que la de los dos tubos (tengo la certeza de que las primeras albokas fueron de un solo tubo) y el avance tecnológico las hizo más cortas, fáciles de guardar en el zurrón y de dar muchas notas.
Un placer leerte. Quizás algún día abandonemos el pensamiento único y su visión túnel.
La verdad es que tu estudio es potentísimo, sobre todo para quienes hemos tenido vivencias de aquel mundo rural ya desaparecido.
Sí. Me refiero a carros de hierba tirados por vacas o bueyes; a la miel del truébano; a las curripas de las castañas…
Muchas Gracias, Javier.
Eskerrik Asko.
Hola Javier!
Antes que nada, muchas gracias por tu trabajo, estás ayudando mucho al Euskera!
Permíteme que te muestre cómo lo ve alguien sin de ningún tipo de preparación, más allá del hecho de ser euskaldun. Parece muy evidente (sin ni siquiera reflexionar además , ya que el nombre lo dice) que la hipótesis correcta es la última. El sufijo ka, como en korrika o cualquier otra acción en Euskera terminada en ka, indica continuidad en la acción, y no una descripción estática. Por tanto, debe forzosamente referirse al viento, que va de lado a lado continuamente. Como se dice coloquialmente, parece de cajón. Esta idea también encaja con el hecho de que el nombre de cualquier instrumento provenga de la particularidad del mismo, y no de un elemento común con otros. La esencia de este instrumento es que el aire va alboka, algo que de ninguna manera se da en otros instrumentos (o eso creo). Por tanto, de ahí debe de venir su nombre. Me pregunto si los académicos se habrán preguntado estas cosas tan básicas alguna vez.
Denpora luzien jarraitxu deizula idazten Javier! Agur bero bat.