Amurrio es una población alavesa preocupada por la Toponimia, de hecho el sábado próximo espero asistir a una intensa jornada organizada por Aztarna (pista, señal, hallazgo…) en su cuarto encuentro. Dudo que salga el tema del nombre principal, Amurrio con erre doble, que está solo en la geografía; tan solo hay una extraña “Casa de Amurrio” en un lugar sin casas en lo más meridional de Albacete, una ladera orientada al Norte y fuertemente abancalada con bandas de tan solo tres metros, tal como se ve según Google Earth.
Aparte de ese lugar, lo más parecido que he encontrado es Atxamurio cerca de Izki, en la peña redonda de Durruma (San Román) de Campezo.
Sin embargo, lugares que comienzan por “murri” o lo contienen, son relativamente abundantes, como Valdemurrio y su embalse en el río Trubia o la fuente jarrera de Iturrimurri… Huelga decir que los sabios “a sueldo”, no han escatimado recursos para encontrar algún señor “Murri” a quien encasquetarle una hacienda en el valle de Aiala y colgarle el mérito del nombre del municipio, pero no ha sido posible.
Con el simple cambio de la “u” por “o”, el número de sitios se multiplica y aparecen cientos de parientes, lo que apoya la idea “fácil” de que el nombre original fuera “Morrio ó Amorrio”, pero la forma que se ha conservado obliga inicialmente a respetar la “u”.
También han sido formas mas recurridas tanto en Iberia como en Francia, Italia o incluso Túnez, las que llevan una erre simple con predominancia de “o”, pero aun así es interesante saber porqué la cabecera del Valle de Aiala conservó esa “u” y la erre doble.
La Toponimia integral puede ayudar por comparación, por ejemplo:
En un tramo de la campiña que existe al pie de la Sierra de Cantabria en la misma Alaba en que estamos, en la zona de transición entre las primeras cuestas y la ribera abarrancada entre Samaniego y Laguardia, hay un lugar irrelevante que se llama “Murriarte”, lugar que por sí mismo no aporta nada, pero en cuyo entorno hay una decena de pequeños cerros testigo, mogotes residuales de una antigua cota o terraza superior que apenas levantan una decena de metros sobre las zonas de cultivo actuales, pero que son muy conspicuos y se conocen localmente como “cerros” ó “tontorras”. Algunos tienen nombre y otros, no: Revillas Tontorra, La Cruz Tontorra, El Somo Tontorra, Las Ribas y Atalaya Tontorra, Campoluco Tontorra, El Rincón Tontorra…
En la Imagen obtenida desde la carretera entre Leza y Navaridas, se ve una de ellas, La Atalaya Tontorra.
Los antiguos pastores nómadas conocían estos elementos respetados por la talla de la erosión y eran capaces de distinguir las distintas capas sedimentarias por la flora predominante en cada una, así que no solo sabían que las franjas se repetían según cotas, sino que sabían que estos mogotes o “murris” eran los restos que sobrevivían de una superficie ya desaparecida, barrida por las aguas de milenios, así, el término “Murriarte”, que se encuentra aproximadamente en el centro de gravedad de estos mogotes, vendría a significar “Entorno de mogotes”, “Entre mogotes”.
Más aún, aunque “murri” es en el Euskera actual, preferentemente un adjetivo despectivo con significado de residual, escaso, menguado…, también pudo ser el sustantivo con el que llamar a estos elementos aislados condenados a desaparecer ( se entiende, en tiempo geológico) y también a los inicios de abarrancamiento general en sierras planas, las cárcavas donde a veces el modelado por agua es muy escandaloso o pudo serlo en épocas geológicas con mayor torrencialidad y el nombre se ha conservado porque la Toponimia es un registro muy estable.
Lugares en que se cumple esta condición o la de desgarros puntuales, hay muchos.
Por ejemplo, cerca de La Garrotxa en Girona hay una sierra De Murriá, agreste despoblada y con numerosos desgarros superficiales en la ladera muy pendiente que da al Sureste, desgarros que la densa vegetación oculta, pero que las descripciones de sendas de “trecking” describen con minuciosidad.
De vuelta al Valle de Aiala[1)], sobre cuyo nombre han “disparateado” ensayando su etimología con calibre de mortero más grueso cuanto más cultos han sido los ponentes, basta con una vista de pájaro al Tologorri y sus atalayas hermanas sobre la Sierra Salbada para dos o tres razonamientos:
- El morro más destacado, Tologorri, no tiene nada de rojo; “tolo” es un adjetivo que habla del borde como un lugar martirizado y “gorrí” no es rojo, sino un complemento que tiene que ver con la desnudez de la roca, con lo pelado que está ese púlpito sobre el valle, así que su significado es clarísimo refiriéndose a un borde desgarrado y desnudo. Descripción perfecta del lugar.
- Aiala se compone de “ai”, roca, como en las Rocas de Aia, como la Peña Amaia de Burgos y como el cabo de Ajo (“aio”), una variante de “adja, atxa” y por otra parte, “ala”, expuesta, exhibida, expresión magistral de una de las panorámicas más notables de Euskalherría, la de la meseta cortada sobre Bizkaia, que probablemente es también la responsable del nombre de nuestro Territorio Histórico.
- Finalmente, “murrí” que era la expresión de la erosión, precedida de “amá”, la más grande y rematada, que con la desinencia “o”, tamaño mayor, envolvente, describe perfectamente el gran corte del hundimiento de la Fosa de Bizkaia y su rasgado integral posterior por milenios de erosión: El mayor acantilado rasgado; su panorámica desde Amurrio.
[i] La oferta de los terrenos del valle por un caballero a su alférez “hela ahí” dicha al revés “ahí hela, o Ayala” es digna de pena de cárcel.