Euskera Sociedad

Bedel

Tengo un vecino bedel que prefiere que le llamen conserje, porque “bee” en Euskera significa zona baja y eso le parece que suena a humedad, en cambio, conserje le parece más próxima a “consejero” aunque él no sabe que los sabios dicen que esta acepción quizás se origine en “cum servus”, algo así como “con-esclavo”.

El mismo sustantivo bedel que solo se usa en Castellano y Catalán, genera controversia, porque unos dicen que se origina en “pes-pedis” porque los bedeles andan a pie, otros que en el Provenzal hubo una voz “bedei” que es como llamaban a los porteros de palacio en el siglo XII, otros citan del Francés “bedeau”, sacristán como origen de encargado de edificio, otros, por fin, que en el antiguo inglés había unos heraldos que se decían “bydel” y como conclusión, que tuvo que haber una voz “PIE” que fuera más o menos “bheudh” que lo explique todo.

Cierran el libro, le ponen un asterisco y… a descansar.

La cosa no es mucho más lúcida con la conserjería… No hay explicación oficial para el conserje aparte de la citada arriba, aunque esta fórmula es más recurrida, habiendo similares en Bielorruso, Catalán, Corso, Francés, Galés, Gallego, Inglés, Irlandés, Italiano, Macedonio, Holandés, Noruego, Rumano y hasta Sueco, pero nada les ha motivado a buscar más allá de los sobados recursos que manosean desde hace cinco siglos, cuando la respuesta de ambas puede estar en el Euskera.

En efecto, mi vecino no andaba muy errado, porque en Roncal, llaman “bede” a los atrios, las zonas de recepción de los grandes edificios y almacenes, y en toda Euskalherría, “behe gel” a las plateas y espacios inferiores de las casonas, donde estaban las cuadras, bodega, almacén y garita del portero, así que tanto “bede ena”[1], (el de la entrada), como “behegel”, (recepción), coinciden fonológica y funcionalmente con el espacio y el desarrollo profesional de los bedeles.

Algo parecido sucede con el conserje, que ni aquí ni en ningún otro país saben buscarle etimología, porque en realidad toda la labor que hacen estos parásitos de las letras es buscar lo que dicen otros…y si no hay nada en las baldas, los clientes nos quedamos sin nada.

Recuerdo los dos conserjes[2] del instituto en que estudiaba y sus uniformes azul marino siempre impecables y cepillados, tan llamativos como las orlas doradas que les hacían dignos de autoridad y puede que ahí esté la explicación porque en Euskera, “gona” (literalmente, la que cubre), se refiere a la prenda que cubre a las demás, sea falda, capa  o tabardo y “sertzea” es la condición de vestir con elegancia, de manera que “gon sertzea”, en referencia a la camisa, calzas y sobre todo tocado y capa que llevan los maceros, ujieres o conserjes, de verdadero lujo para aquella época, una distinción que las nuevas modas y las reclamaciones de los sindicatos están haciendo desaparecer.

[1] La mutación “n x l” es muy frecuente para dar “bedel a”.

[2] Ambos tenían mote: “sentimos” (de céntimos) y “sitxen bola” (bola de alcanfor).

Sobre el autor

Javier Goitia Blanco

Javier Goitia Blanco. Ingeniero Técnico de Obras Públicas. Geógrafo. Máster en Cuaternario.

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