Carabinero
Especie de gamba roja de las profundidades del cantil continental.
Solo los portugueses conocen a esta golosina del mar con un nombre parecido al castellano: “Carabineiro”; los demás, le llaman desde gamba escarlata a gamba roja, o brillante, con frecuencia confundida con la “gamba moruna”.
Su nombre griego “aristaeopsis”, significa algo así como presencia elegante, lo cual es coherente con su color, brillo, dotación doble de antenas… y sobre todo su sabor.
Es posible que esos dos pueblos ibéricos hayan sido los primeros en pescar profesionalmente estos habitantes de las profundidades, que como las cigalas, antes de la pesca “al arrastre”, se conseguían con nasas que había que izar durante largos minutos.
Nadie se atreve a plantear de donde puede provenir el nombre… seguramente porque nadie de los que lo pretenden los han visto coletear cuando salen de la red, momentos en que la rápida acción de sus colas y el choque de la queratina de sus corazas húmedas, produce un ruido inquietante, casi metálico.
La parte inicial “cara, carra”, que figura contracta en los géneros “crab” de varias lenguas germánicas y latinas, con el significado de cangrejo, está directamente relacionada con el “karra” del euskera, arrastrarse y sus familiares “karramarros”, nombre común de los cangrejos, en los que son importantes las estrías que dejan en la arena al arrastrarse (“marrá”), nombre muy lejano del “cáncer” latino.
La parte final, “abi(n)ero”, está compuesta por “abi”, presteza, velocidad y “ero”, frecuentativo, con una palatal intervocálica para hacer más líquida la pronunciación.
En resumen “karra abi n ero” define a un crustáceo decápodo que sacude su cola con gran celeridad y sonoridad, moviéndose a reacción no solo en el agua, sino en el fondo de la cesta.