José Cánovas me consultaba sobre esa sensación negativa tan indefinida que es la congoja porque ni la explicación oficial a través del Latín Vulgar “congustia”, partiendo del Latín “congustus”, estrecho, ni desde “angor-angoris” para llegar al Catalán “congoixa” y al Castellano “congoja”, le satisfacían.
Siempre hay algo aprovechable en los razonamientos y búsquedas y es evidente que la “j” de congoja es posterior a la “x” de congoixa, pero eso aporta poco.
La congoja es una sensación negativa e imprecisa de vaciedad que solo entre Europa y la India puede llamarse con cuarenta series de nombres distintos que no se uniformizan por ramas lingüísticas ni por criterios tópicos, nombres, algunos de los cuales se listan al final.
Sensación tan imprecisa, que solo en Euskera puede tener una veintena de nombres que van desde “alditxar a txorabio, pasando por antsi, atsekabe, aulezi, axanpa, estutasun, ilundura, ingotxa, izurraldi, mintxuri, kezka, nahigabe…”, pero casi todos ellos son artificios recientes y menos expresivos que la voz original que no está relacionada con la estrechez (“angustus”), sino con la vaciedad, la oquedad, “konk”, base tanto de la convexidad como de la concavidad, que, además de la humillación que José cita y figura en El ADN, se refiere tanto a la joroba como a su inverso, un “cuenco” vacío.
La parte final, “osa” que ha acabado dando en “oja”, se refiere al estado de integridad; a que el cuenco está “completamente vacío”, así que “konk osa” no ha nacido del inexistente Latín Vulgar que solo es un cajón de sastre donde la erudición señala todo aquello que le viene bien para dar un salto sobre la realidad y salir de él con resultados para incógnitas que han de ser resueltas en otros caladeros y que casi siempre proceden de culturas nómadas, anteriores en muchos milenios a las clásicas de las que creemos que “viene todo».
De paso es oportuno recordar que la “angustia” latina no tiene relación semántica con lo angosto, sino con otra forma de levedad, de casi inmaterialidad, de ligereza que radica en la idea prehistórica “ang-angú”, vacío, ligero, inconsistente, estéril y de “ustea”, pensamiento recidivante: “Pensamiento inconsistente”.
Formas de llamar a la congoja: Angoixa, angustia, atsekabe, anguish, banat, congustia, duhka, dulore, douleur, dor, dolas, galar, grief, hartsier, hora, jale, yas, kummer, malgojo, niket, penthos, pikellimi, pesar, shok, skrub, sorg, soka, smutok, smutek, suru, taga, zalost, zalosti…
Muchas gracias Javi. Un abrazo