Aunque no sea verosímil, todas estas variedades corresponden a un lexema original cuya sonoridad podría parecerse bastante al del grafo del signo fonético internacional que correspondería a una africada post alveolar, “ʤ”, resultando “ʤil” y que en la toponimia y en el diccionario ha mutado a esas e incluso a más formas.
Tal como se explicaba en otro artículo de Eukele.com dedicado a “Gilipollas”, se está rondando la certeza de que su significado preferente se relacione con formas rectilíneas, alargadas y estrechas, tanto en cumbres y aristas, como en laderas, valles, fallas y barrancos o en la lexicografía común.
Pero, el paso de los siglos y el olvido de la semántica original motivado por la endogamia que ha ido consolidando el sedentarismo, ha llevado por una parte a que el sonido del “ʤil” original haya dado en las variantes que se citan en el epígrafe y su significado haya resultado difuminado al haberse asignado a celebridades humanas reales o imaginarias, a orígenes remotos o a voces incomprensibles no registradas en epigrafía alguna y que -por tanto- la erudición no ha podido explicar.
Esta familia de lexemas tiene una nutrida representación en la Toponimia española, donde hay más de un millar de lugares que se refieren a Gil, a San y Sant Gil, a Giles, Gila, Gilas, Gilbo, Gilera, Gilet, Gileta, Gilete, Gilote, Gilico, Gilillo, Gilverte, Gilochas, Gilabert, Gilgordo, Gillué… que podrían venderse como derivados onomásticos de un Gil precursor, pero que una abundancia similar de aparentes absurdos, obliga a recapitular; así, desde Menogil a Vigil y desde Regil a Prado Gil, Torreperogil, Angiles, Puiggil, Mingogil, Montegil, Mata Ongil, Marigil, Gorgogil, Bustagil, Torogil o Manchagil y varios que se repiten en países cercanos con formas parecidas a Argilaga, Argiles, els Argilers, etc. , tal variedad de nombres es una gran oportunidad para investigar porque en un país con fuertes relieves como España, son infinidad los relacionados con aristas, bordes y simas:
Gil es una cresta como de kilómetro y medio y apenas cincuenta metros de ancha, por cuya línea de cumbre pasa la frontera entre Teruel y Castellón. Hay otra similar en Zaragoza.
Gilarte en Navarra, es una aldea al borde de la sierra de igual nombre, donde en cuatro kilómetros cuadrados se pueden contar una docena de crestas con sus barrancos.
El Alt de Gil en La Marina Alta, un espinazo de apenas veinte metros de ancho.
En los alrededores de la ermita de San Gil en Luna, Zaragoza, aún se aprecian los diques rocosos que son una característica geológica de ese punto, condición que otras ermitas con igual advocación repiten por haberse edificado en morros puntiagudos, crestas largas fosas alargadas o entornos cercanos (San Gil de Hinojosa, de Huete, entre Pajarón y Pajaroncillo, Nuria, Clot de Sant Gili…)
En las imágenes siguientes, Ermita de Luna y Clot de Sant Gili (barranco, corte, en Catalán).
También algunas lomas acantiladas llevan este apellido: Loma de Gil en Cariñena.
¿Puede alguien ser tan inocente como para creer que estos cientos de nombres de lugar, muchos remotos, han podido dedicarse a tipos ricos, célebres o santos que se llamaran Gil?.
La forma con jota no es tan fecunda (seguro que por la juventud de este grafo) y la mayor parte de sus efectivos se localizan al final del nombre, como Guanajil, Chojil, Hoyonjil, Perejil, Perojiles, Tamajil, Toronjil, Trujillo… siendo también conocidos algunos que comienzan con “Jil”, Jilda, Jiloca, Jilena, Jilguera, Jilope…, también plenos de información; por ejemplo en la Fuente del pueblo de Cella (Teruel), el enorme pozo encauzado desde hace milenios que es el nacimiento del río Jiloca, parte de una grieta que raramente se seca (Fotos de 2017 con el “ojo” seco y otra típica).
Comenzando con “Sil”, hay varios cientos con mensajes interesantes como Slles, Sillas, Silledas, Silos, Silones y el propio Río Sil, que deja este apellido a muchos otros nombres de lugar y terminando con ese morfema, Villabasil, Vianasil, Tiramasil, Serra del Sil, Osil, Montes del Brasil[1], Garganta de Barrasil… En las siguientes imágenes, la fosa (o, mejor, fosas) del Sil y la impresionante Garganta de Barrasil en el Parque de Guara, llamado así por las sucesivas “barras” que forman las pozas que tanto aprecian los barranquistas o “rapeleros”.
Siguen disminuyendo los nombres que han preferido la “x” y que se concentran en el Noroeste, aunque no dejan de aportar ideas en Xil, Xilán, Xillán o Vixil En la imagen, Pena do Perexil en Quiroga, Lugo, con sus casi 6 kilómetros de cumbre afilada en la que no hay ni ha habido una sola mata de perejil), como las aportan Cildá, Cildad, Cildos, Cilla, Cilleros e infinidad de Alguacil y algunas Sicilia, Perecil, Aracil, Hoya Cil y muchas terminaciones de “cilla y cillo”, que no son diminutivos.
La forma en “ch” vuelve a traer casi un millar de nombres, lo que atestigua el gusto por este sonido, que se acerca al genuino “g”.
Cantidad de Chil, Chilla, Chile, Chillo, Chillón, Chiloeches, Chinchilla, Cuchilla, Cuchilladas, Cuchillares y Cuchillos[2] llenan las zonas más agrestes con formas alargadas de la península y aparecen Mochilas, Bachilleres y Chilenos en lugares insospechados, encontrándose Orchilla (borde elevado) en el punto más occidental de España (Isla de Hierro), un volcancito de doscientos metros de diámetro que mira hacia América.
La aparición de la “k” es reciente, coincidiendo con la política lingüística de Navarra y Euskadi que la han colocado en un centenar de lugares, sin embargo, quedan fuera de este rango geográfico ejemplos curiosos como la Loma de Kilva en la serranía cordobesa, que con sus dos kilómetros de cresta y solo cincuenta metros de ancha o el estrechísimo Arroyo de los Kilos en la frontera de Ciudad Real con Jaén, que por algún motivo han conservado esta grafía.
La “q”, mucho más tradicional, se resiste a desaparecer, conservando “quil” al principio o final en un centenar de lugares con “mucha sustancia”, como los Quilós que aparecen ora donde nace el Sil, ora donde el Segura, en Huarte Araquil, Navarra, un valle muy estrecho; en A Pena de Quil, en Orense, una loma afilada en el Valle del Miño, en el Cerro Oquil (siguiente mapa), un espinazo agudísimo en Asturias o en la Cuerda de las Horquillas, en Gredos y en veinte Horquillas más.
Pero Francia, Italia y Portugal, tienen también cientos de lugares como Argilly, Bagil, Burgille, Gilles, Gilly, Les Gillys, Saint -Agil y docenas de Saint-Gilles, Chille…, la primera, Monte Chila, la meseta de Sila, isla de San Gilio, en Italia, pareciéndose mucho los nombres portugueses a los españoles, Benagil, Barranco do Fregil o el Monte Brasil en Azores… que se tratarán oportunamente para demostrar con contundencia que el mundo fue recorrido y bautizado acertadamente hace más de 8.000 años y el Euskera (ver El ADN del Euskera en 1500 partículas), es junto a un conocimiento científico amplio, la herramienta imprescindible para iniciar una tarea titánica que deje las tradicionales explicaciones de historiadores, cronistas y lingüistas en lo que son: Pura milonga.
Para terminar, “Gil”, nombre de varón así como se escribe ahora, también está en la onomástica, ámbito en el cual los especialistas quieren asignarlo de un plumazo emulando a San Gil (también llamado Egidio), un eremita de origen griego del siglo séptimo cuyo rastro se conoce por la leyenda que lo ubica en la ciudad de “Saint Gilles” cercana a Marsella, edificada en su honor, pero que tiene una réplica cerca de Bruselas, en “Saint Gillis” y según los más apasionados hasta en Palestina, donde quieren que la población de Sinjil se deba también a su prestigio como santo auxiliador, prestigio que haría que Edimburgo en Escocia, tuviera igualmente a Gil por santo patrón.
¿Hizo en realidad San Gil algo destacado para merecer semejante eco y ser al final de la edad media un lugar de peregrinaje?… Dicen que renunciar a las riquezas y emboscarse para orar sin pensar demasiado en la intendencia, así que muriéndose de frío y hambre, una cierva lo amamantaba hasta que un día tratara de cazarla un rey godo y Gil la protegiera de la saeta con su mano (ver imagen), enterneciendo al rey que le construyó un monasterio.
Lo más probable es que el lugar se llamara de forma parecida a “sand ʤil” porque allí había una hendidura o depresión alargada natural en las arenas de las marismas de la Camarga[3], hendidura que siglos después se aprovechó para dragar el canal que arranca en el Arlés en el Ródano para pasar cerca de Saint Gilles.
Aparte de localidades llamadas San Gil en América, que fueron fundadas por los colonizadores, en España hay un Concejo, dehesa y pedanía de Plasencia que se llama así, además de medio centenar más de lugares de diferente entidad
Aunque también hay otro San Gil, también este señalado en los remotos montes ahora orensanos de Casaio de Valdeorras, montaña abrupta, aislada y martirizada desde hace dos siglos por una minería a cielo abierto para buscar tungsteno que ha hecho olvidar la tradición del devoto Gil, aunque en los documentos que lo citan, se dice que “se retiró a una vega muy estrecha”.
A rematar en otra ocasión.
[1] Junto a Yecla están los Montes de Brasil y el Barranco del mismo nombre. Es cómico ver a los portugueses tratando de explicar el nombre de su antigua colonia porque allí “había un palo que hacía buena brasa”…
[2] El propio cuchillo, apenas alterado en Castellano, no deriva del “culter” latino como no lo hacen el “cutelo, coltel, cuteau, coltello…” ni el “cuchit” rumano, sino de la expresión “ku txil” filo alargado, luego asumida como “kutx eil”, hoyador, rascador.
[3] “Kam har ga”, cuyo significado es “depresión donde no hay piedras” y no las peregrinas salidas de los franceses que quieren que sea desde “ca-mar”, “champ recouvert d’eau” hasta sitio de cangrejos, de “cammarus”, “cara marchia”, tierra fértil, “camp marca”, límite del territorio…
El apellido Gili tendría relación con lo que explicas?
Radicalmente, sí, en la zona catalana hay numerosos Gili, El Gili, Vigili, Puiggili… que algunos han dado en apellidos.
Adjunto otro topónimo.. el pueblo de Silanes en burgos… q me toca por origenes de allí.. he estado mirando y tb tiene una sierra alargada como ves en la imagen..
sil+ an -es
ese an puede ser de grande? y el final acabado en «es»?
Positivo, Alain, sigue buscando sitios tan evidentes.
Egunon javier…a que puede corresponder la terminación»es»
Hay muchas opciones. Te sugiero que consigas ocho o diez nombres parecidos, busques posible similitudes geográficas y eches un vistazo a El ADN del Euskera para cerrar un poco las posibilidades.
Javier
Kaixo Jabier:
Sigo todas las noticias sobre vuestros encuentros tanto en Euskadi como en Zaragoza. Euskararen zale bat naiz, ikasten ari naiz baina zure anaia esaten zuen bezala batuko bat. He visto y repetido todos los videos y creo, sin lugar a dudas, tus teorias. Me gustaría conocer tu parecer sobre el nombre de «Lorena, Lorraine» departamento frances.
Que sepas que transmito esa creencia allí donde voy. Mila esker¡ Tambien tengo tus libros.
Jabier Lizarbe
Lorena:
No me creo que el nombre venga del rey Lotario a través del alemán Lotaringia y que los franceses la transformaran en Lorraine. En Alsacia hay una comuna llamada Lorentzen. Hay comarcas como L’Aragonne, Río Seille que recuerdan nombres muy repetidos.
En España hay casi mil parecidos que se asignan casi siempre a San Lorenzo: Alto Lorenza, Barranc de Lorenç, Cabeza Lorence, Cabolla de Llorenç, Cruz de Loren, Llorenç, Loren, Peña Lorente, San Lorence, Serra de Llorenç…
Le echaré un vistazo porque hay material.
Javier
English ‘hill’ significa exactamente lo mismo. Y sueno muy parecido a ‘gil’ como sabes. Supuestamente relacionado con el Nórdico holm/holmr. Interesante que ese ‘lm’ me recuerde a la indiferencia l x n que se ve en Iberia. Entonces hill y el mucho mas viejo holm. Tendré que estudiar otras raros palabras como como kiln, comb, lamb. Y por supuesto H en inglés/nordico como disfraz que esconde la dicha africada post alveolar.
High Force Falls en Bretaña se ubica donde el río Tees (Dee mas algo) cruza el Whin Sill. U gin, el movimiento de agua por encima de tal capa de piedra. Y esta capa de piedra se llama whinstone en este caso teniendo la forma descrita aqui, alargada estrecha. También vale decir que un “sill” en inglés es la parte debajo de la ventana que vierte el agua, window sill.
«Sill», umbral, viga alargada de cimentación, parte baja, de una construcción suena hoy en día «sel», pero aunque la quieren hacer derivar del proto germánico «suljo», que no consta, bien pudo ser originalmente una zanja «sill» que hacía de cimiento.