Prenda en la que se introduce la mano para protegerla del frío, de otros daños, o simplemente por estética.
Los especialistas dicen que este nombre aparece en la época medieval y viene del Germánico “wanta”, relacionándolo con aspectos de jerarquía militar y dándole una importancia simbólica que –aseguran- se mantuvo posteriormente en otros ámbitos sociológicos.
Pero la historia del guante no se inicia ahí ni siquiera en el Egipto de hace 3.500 años aunque se hayan encontrado guantes de lino en tumbas de esa época.
El guante es –quizás- la prenda más importante para que la humanidad haya colonizado las tierras por encima del paralelo 60 y las cotas altas donde los fríos son perpetuos.
No han quedado muestras de guantes en excavaciones paleolíticas, como apenas han quedado rastros de otras prendas, cordones, coyundas o sogas, pero todos los expertos aseguran que es seguro que existían y en gran cantidad.
El guante es una prenda “avanzada” por cuanto su ejecución ajustada a una mano, exige gran maestría en el tratamiento de las pieles, su corte y costura, pero antes se ensayaron cosas menos complicadas, como las manoplas, los”akgak” de los esquimales… y otros aditamentos para ajustar para cada dedo, como lo que en los puertos pesqueros vascos se llamaban “atz ande el”, una especie de fundas elásticas de piel que se ajustaban a algunos dedos y protegían a la piel del desgaste y los cortes que provocaban las largas “líneas” de “lino” de los aparejos de pesca que había que jalar continuamente con su carga de pescado.
“Atz” es el dedo, “ande” es el efecto de envolver y “el” es el ajuste y la permanencia. Los “atzandelak” han desaparecido con los carretes de pesca y con las nuevas artes y ya nadie los recuerda.
Además, a quien investiga, algo le dice que hay más cosas raras en esa explicación medieval, lo primero, que en un rosario de apelaciones muy amplio en el que las voces son compuestas y predomina la componente “mano” (“manicoe, caestu, dastana, glove, luva, handschuh, manusa…”), solo romances, Francés, Catalán, Corso, Italiano y Castellano usan una voz parecida (guant, guanti, gant, guanto) y el siempre sorprendente Maltés lo llama “ingwante”, conservando la “e” del Castellano y una raíz precursora.
Es llamativo que el Germánico “wanta”, tan sencillo haya desaparecido de todos los registros en los que si han quedado rastros procedentes de “galofo” (“glove, luva”), y otros relacionados con la mano, como “handschuh” y sus variantes que incluyen esta parte del cuerpo sin dejar dudas al respecto.
Entonces, con esa fórmula, se puede volver al Euskera y pensar en una versión del guante ya desaparecida tal como “esku ande” (hoy en día se usa el neologismo “esku larru”, cuero de mano), que entendida por los romances como “es guante” habría perdido la partícula inicial por considerarla obvia, quedándose en el “guant” que ha dado las variantes actuales
Aunque el Euskera era muy preciso a la hora de definir funciones y materiales para evitar dualidades, no es imposible –también-que su forma original fuera “gü ande el”. “Gü”, significa tejido orgánico, piel y “ande el”, envoltorio ajustado, aunque esta forma sería genérica para las fundas y menos precisa que la que incluye a la mano.