Líder de alguna acción u organización.
Esta voz tan afianzada y repetida en Castellano, también suena –con formas cercanas- en Gallego (xefe), Portugués (chefe), Francés, Luxenburgués y Alemán (chef), Checo (séfe), Esloveno, Serbio y Macedonio (sef), Inglés (chief), Polaco (szefie) e incluso con aparente “inversión” en el Húngaro (fej), por lo que se juzga precipitada la postura oficial no solo española, sino de las “culturas cercanas” de promover la idea de que la voz española procede de la francesa “chef” y esta de la latina “caput”.
La obsesión de la idea central de que el Latín es la base y lo demás son variaciones lleva a la negación de la ciencia y la razón, de manera que los diccionarios están repletos de errores.
Nadie duda de que “caput” y variantes suyas (de forma parecida a como lo es el Gujarati “bösa” y docenas de “bos, boss…”) u otras formas como “testa”, “líder”, etc. han dejado sus improntas a lo largo de los siglos, pero no está así de clara la relación entre “jefe” y “caput”.
Mejor dicho, no hay posibilidad de que esas formas dispersas citadas hayan podido ser una evolución de “caput”. No hay mecanismo que lo avale fuera de la obsesión latinista.
¿Entonces?
La razón latina se apoya en la milicia, en la organización militar y el mando, algo que ha sido lógico y aplastante en los últimos –digamos- cinco milenios. Pero, ¿antes?.
Antes, durante gran parte del Paleolítico y todo el Neolítico, la mayor parte de los contingentes humanos tenía el nomadeo como forma de vida; durante los episodios apacibles, la dinámica de los rebaños exigiría pocos dolores de cabeza, en general se repetirían pautas de otros años, pero cuando las circunstancias plantearan retos desconocidos, a la zozobra de las personas se añadía la de los animales (que no podían vadear un río, atravesar un puerto de montaña o llegar a los pastos esperados por plagas u otros motivos) y entonces es cuando era necesario alguien que planteara una salida.
“Ie”, “ye”,se ha dicho en repetidas ocasiones, es el trayecto, la ruta, el camino planteado y “eb”, raíz de corte, de decisión es el complemento que nos dice que la ruta se ha decidido y es el “ie ebe”, el jefe quien lo ha decidido.
Como lo hizo Moisés en el Mar Rojo.
Como conocedor del húngaro, fej significa más bien cabeza. La palabra más común para jefe es főnök. Mientras que el sufijo nök denota cargo o especialización, la raíz fő significa tanto principal como, de nuevo, cabeza en ciertos casos.
En ambas sigue habiendo f…
Gracias Omar; tengo una sobrina política Húngara y una gorra con la cruz torcida, pero de Magiar no se nada. La «f» es un misterio que cuesta desvelar.