Jon, un lector me pregunta si Montoya es apellido vasco y así, a primera vista he de decir que la estructura parece similar a infinidad de nombres de lugar, lo que apoya la idea de que el nombre sea tan antiguo como abundante en la geografía, por tanto, de indudable origen euskériko aunque nunca viene mal hacer una pequeña revisión de lo que hay “ahí fuera” para saber si se debería añadir o quitar algo a lo que parece a primera vista.
Si el interesado se dirige a la Heráldica, esto es a la disciplina que ordena la documentación sobre apellidos y linajes, verá que hubo Montoyas célebres citados en documentos históricos y que su rastro apunta al Sur de Álaba, por lo que en estos escritos se relaciona el nombre con la casa solariega de “los montoyas” y con este Territorio Histórico, llegando algunos autores a citar significados concretos del nombre en Euskera que suelen identificar “montoia” con pastizal, pero esa expresión –que puede ser usada en algún lugar- no es válida para una aplicación general porque entre los variados, casi infinitos nombres de los pastizales en Euskera (alagune, alapide, bazkagi, belardi, larrune, larra, larsail, okolu, pentze, soro, zelai…), no se encuentra “montoia” y todos los demás suelen usarse solo como “determinados”, es decir, refiriéndose a un pastizal concreto pero que puede tener un nombre propio, sin embargo, cuando se trata de nombres de lugares de la toponimia, la cola universal es “larra” que colocada al principio o al final, presenta cerca de mil variantes 1).
En la imagen, escudo de Los Montoya.
Montoya en forma simple, en plural, como complemento de otros nombres, escrita de otra forma o alterada pero reconocible, está en total en más de cien lugares. Hay una aldeíta “Montoia” en Álaba, pero otros están distribuidos por toda la geografía española (Gipúzkoa, La Rioja, Palencia, Valladolid, Burgos, Segovia, Cuenca, Toledo, Granada, Jaén…), pero es necesario “recorrer” algunos de los que llevan ese nombre e incluso otros parecidos como Voltoya, Montoria, Montoyo… para conseguir una idea de conjunto.
La ausencia de poblaciones grandes de nombre Montoya, ha determinado que los lugares que se llaman así pasen desapercibidos, en tanto que los personajes célebres de antes y los “influencers” de hoy, copan lo que se escribe respecto al nombre.
De todo este conjunto, el elemento físico más destacado es el Río Voltoya, río segoviano que nace en los barrancos de la “Boca del Infierno” (en el mapa) y le sigue en dimensión y espectacularidad el Arroyo Montoya o “Montoya Erreka” en las Peñas de Aia, cerca de Irún, que es una hoya casi perfecta con forma de embudo (señalado con trazos en el mapa de portada), que bien pudiera ser referente para otros muchos “montoyas” que se encuentran en zonas quebradas con notables depresiones u hoyas.
Para entender su significado hay que rebobinar ideas, corrigiendo la ortografía y muchos hábitos impuestos sin justificación, por ejemplo en la forma de escribir y en el significado de “hoya” como depresión, que para nada procede del Latín “fovea” ni su etimología “es oscura” como se disculpan los sabios oficiales, sino que procede del Euskera “ollá, oñá”, hueco, huella, pisada; en esencia, depresión o hundimiento del terreno, una “olla” era el hueco excavado en una roca, en el que durante milenios se ponía agua y se echaban unas piedras rusientes para cocer trozos de carne, pescados o verduras, lo que ahora se llama pomposamente en algunos paquetes de alimentos, “leche uperizada” (del inglés “upper raised”) o cocción rápida.
También un meandro muy profundo del río Bidasoa río encajado como indica su nombre “bide aso a” (el camino único), lleva el nombre de Montoia y en plena Sierra de Toloño está la aldeíta de Montoria antes citada, ambos lugares en angostas depresiones.
En plena Mancha, “Hoya Montoya” es la depresión que se vuelve a indicar rodeada de rojo.
Como resumen, la parte final de Montoya hace referencia a zonas deprimidas, hondas y su comienzo está relacionado con “mun” raíz que está en las “munas”, la forma euskérica de llamar a la dunas, oteros, cerros, ribazos y desniveles y que dio lugar al “mons-montis” del Latín, así que este apellido viene a designar una zona montuosa que es afectada por una o varias depresiones.
Su forma actual conservada en apellidos deriva de alguno de los lugares con esas características.
[1] Bien comenzando por “larr”, como Larrauri o terminando así como en Aralar, la lista es interminable y una de las pruebas más notorias de que el Euskera se desarrolló siendo una lengua de pastores nómadas.