Es el recipiente o lugar repetido donde come el ganado cuando está estabulado o en el corral.
La explicación general y única es que procede de la palabra latina “praesepes”, compuesta de “prae”, anterior, delante y “saepes”, seto, cercado.
Es cierto que en Latín se llamaba así al pesebre, pero, por un lado es difícil de captar la idea de “antes del cercado”, como no se refiriera a la acción de pastar en terreno libre y ese “prae” estuviera relacionado con el prado “pratum” y por otro, de las formas en que se llama al pesebre en los romances, (pesebre, pessebre, pese, mangeoire, mangiatoia, manjeodura…) ninguna lleva la “r” tras la “p”, o bien se refieren al acto de comer (“mang…”), lo cual obliga a pensar y hasta a discrepar de lo oficial.
En el Euskera actual, la forma canónica del pesebre es “aska”, recipiente, artesa, precursora del “arca” o cajón, pero esta es una forma neta de la época sedentaria, que poco tiene que ver con las prácticas prehistóricas en las que con rebaños itinerantes, disponer de cajones para dar de comer al ganado que no pudiera salir a campo libre, es impensable, lo cual lleva a concluir que esta forma es un neologismo y que la antigua debió perderse…o… quedar fosilizada en lenguas con parentesco.
Es posible que la acción y el efecto amansar a los animales estén relacionados con el comer, que en los romances orientales suena muy parecido a manso: “menjar, manger, manghja, de mangiare, a mânca…”, pudiendo estar relacionando con la irritabilidad de las bestias (y personas) según su estado de hambre y el consecuente amansamiento tras llenar el buche.
Viene a cuento citar que mi mujer me contó hace años que el único consejo que le dio mi madre cuando –muy jóvenes- le dijimos que pensábamos casarnos, fue llevarla aparte para decirle que procurara no tenerme hambriento, porque en ese estado yo era insoportable…
Amansar en Euskera se dice “besatu”, con su raíz “besa”, que seguida del nombre genérico del ganado, “abere”, forma “besabere”, verdadera oración que con el ensordecimiento frecuente de la “b” a “p” y la contracción, da pesebre y esto sí que tiene sentido: Amansadero de las bestias.
¿O se imagina alguien que los leones del circo pudieran salir a la sesión muertos de hambre?. En la imagen, mis burros Boni, Chase y la yegua Zuri en el “pesebre” abierto al que les traemos diferentes golosinas, como ramas de bambú y donde he observado y anotado, cómo según llenan la panza, van los de rango superior dejando que se acerque al desdichado Chase.
Hola Javier,
Está muy claro que el castellano conserva multitud de voces relacionadas con el «abere» euskérico, con el ganado: aprisco, pesebre, el verbo haber… Otra voz relacionada podría ser abrevadero, el lugar donde bebe el ganado, voz que Corominas hace derivar del latín «bibere»: beber.
Un saludo
Si, José, y el francés también. Hay mucho que trabajar. Mi padre y yo discutíamos de la superficialidad de Corominas, ya en los años 70. Fue una autoridad… elevada por ignorantes.