La unanimidad es total en las academias de la Europa Occidental al explicar que la “porción” en cada forma particular de las lenguas meridionales viene del Latín y de “portio-portionis”, segmento, parte y en las septentrionales, principalmente germánicas, a través del Francés “portion”, con igual origen latino.
Pero no hay gran convicción de ello, quizás porque en Latín, hay otras formas más contundentes y con gran cantidad de derivados, como “fragmen” y “pars”, al tiempo que apenas se dan la cantidad de derivados de “portio” que podría esperarse para la extensión que esta forma tiene, aunque los que viven de ello se esfuercen en buscar orígenes en ese invento llamado “IE”, donde se van a la “p” y sacan una raíz “per” que debería haber existido y que según ellos significaría cáscara, concha, pero que también la relacionan con el Griego “porné”, puta y así, se van acercando a la porción…
¿Cuál es la relación entre “portio”, las cáscaras y las prostitutas?
Hay que ser muy fanático de la reconstrucción para creer a estos magos de las lenguas que han creado una fábrica de raíces en la que no han contado con el Euskera.
En esta lengua hay una cantidad inimaginable de información; por ejemplo, “apur” es algo equivalente a la partícula en física, una parte pequeña de algo, que es suficiente para caracterizarlo; “apur” son los trozos de un plato roto, pero también un instante, un poco de tiempo. Con la desinencia “tu”, “apur” sustantivo, trozo, se transforma en “apurtú”, romper, verbo de los más corrientes, pero con otro sustantivo como boca (“abo, aba”) tras sí, crea “apur aba”, “aprueba”, “prueba”, acción de llevarse un trocito a la boca, probar, verbo que nos dicen que viene del Latín “probus”, buena persona… Otra vez sin relación.
De ese “apur” viene también el verbo “apurar” castellano cuando se refiere a beberse algo hasta el final o de correr un poco más, que los sabios quieren relacionar con la pureza, igual que la porción que traíamos a colación; una palabra que en origen fue “apur zio” y que sufriendo la tan frecuente aféresis quedó en “pur zió” y “porció”.
Recordarán los lectores que “zio” equivale al motivo o causa de algo, así que “pur zió” no es ni mas ni menos que la consecuencia de estar fragmentado; un pedazo, un trozo, la parte de algo; no es una cáscara ni una prostituta.