De un centenar de lenguas analizadas, se encuentran mĂĄs de veinte formas bien diferenciadas para denominar al recado, en esencia una informaciĂłn o un elemento material que un tercero hace llegar al personaje central.
Las mĂĄs abundantes son del tipo âmessageâ, pero tampoco son escasas otras como âbeskedâ, âporukuâ, âsandesaâ⊠asĂ hasta la citada veintena.
Y otras verdaderamente raras como el ârecadoâ del Castellano y el âerrekaduâ1 del Euskera que estĂĄn aparentemente muy lejos de cualquier corriente, aunque es posible que haya una profunda relaciĂłn semĂĄntica que las enlace con otros conceptos aparentemente inconexos, como el âregaloâ.
Como la forma mĂĄs abundante, el âmessageâ parece relacionada con el âmitto misi, missumâ latino, inicialmente, enviar, esta versiĂłn la dan por resuelta y al recado castellano para el que no tienen ni idea, lo despachan recurriendo al comodĂn, esto es, al LatĂn Vulgar, donde juran que hay una referencia literaria que se puede leer âcapitareâ con la idea de recaudar y que bien pudo existir un ârecapitareâ el cual debidamente tratado con la manipulaciĂłn lingĂŒĂstica correspondiente de decapado, apresto y tinte, quedarĂa en ârecadoâ.
No es fĂĄcil ver la relaciĂłn entre el abominado cobro de un impuesto y la alegre espera de una joven a la que el buhonero le prometiĂł traer en su prĂłxima visita la fĂbula de plata que querĂa, pero, en fin, a falta de pan, buenas son tortas y todos contentos si nadie remueve el parche.
Porque cuando la documentaciĂłn es tan parca como en el caso del âcapitareâ, la inteligencia y la decencia piden a gritos, primero ampliar las fuentes de informaciĂłn y segundo, aplicar una abstracciĂłn que siempre es un ejercicio saludable. No es mala idea que la ampliaciĂłn se dirija al Euskera, que, por cierto, usa profusamente âerrekaduâ y que la abstracciĂłn nos libere de esa fĂ©rrea limitaciĂłn del baĂșl del imperio donde todo gira en torno al funcionamiento de una sociedad especializada y nos lleve a un escenario prehistĂłrico donde se sabe con certeza que la informaciĂłn era muy apreciada como lo eran los pedruscos de sĂlex que se llevaban a cientos de kilĂłmetros desde los raros filones en que aparecĂa, las conchas de ciertos moluscos que se trocaban a miles de millas de su marisma o el ĂĄmbar del bĂĄltico que llegaba al Sur de Italia.
Eso eran recados, recados de informaciĂłn que podĂan decirte si en el Valle de Alcudia habĂa habido un otoño lluvioso o podĂan traerte elementos materiales necesarios y esperados en aquel mercado incipiente.
Es en este momento cuando el âcadeauâ2 francĂ©s nos viene a la memoria por su parecido con el âerrekaduâ, que disociado no es sino âerr ekaduâ. âErrâ es la duplicidad (peticiĂłn mĂĄs suministro) y âekaâ una raĂz importantĂsima, que como sufijo indica que algo estĂĄ en su lugar apropiado, en su nicho ecolĂłgico, pero que cuando va al comienzo conlleva la idea verbal de recepciĂłn, de tomar algo.
âEkauâ es la forma imperativa de âdameâ en el Euskera popular, asĂ que âerrekaduâ es el ciclo completo de âpedir o desear algo y recibirloâ.
Cuando uno visita a los sabios franceses y comprueba que en etimologĂa estĂĄn tan perdidos como los locales, no sabe si llorar o reir⊠Para explicar su âcadeauâ, tiene hasta cinco hipĂłtesis, todas ellas hipercultas y carentes de lĂłgica. Veamos alguna.
Lo mismo les parece que puede venir de la costumbre de adornar las letras mayĂșsculas en diccionarios y libros de lujo, porque a este arte se llamaba âcadelâ, como a que tiene el sentido de âcosa inĂștil para regalarâ o vuelven al LatĂn para sugerir que tiene que ver con âcatellusâ, cadenita, porque los dibujos de pluma de las letras citadas âestĂĄn encadenadosâ⊠O del Ărabe âhadiyyaâ, regalo, que suena parecido a âcadeauââŠ
En FrancĂ©s es corriente la afĂ©resis de la vocal inicial, que en el caso de âekaduâ, lo traĂdo, queda en âkaduâ que la ortografĂa gala confita hasta ser âcadeauâ.
Buscando la etimologĂa oficial de âregaloâ, la controversia (sino es clara disputa) estĂĄ abierta entre FrancĂ©s y Español y los catedrĂĄticos quieren resolverla segĂșn la cita mĂĄs antigua en que aparezca en lugar de recurrir a las dos condiciones que se citaban arriba, asĂ que por ahora ganan los galos porque se ha encontrado un verbo âgalerâ con significado de divertirse, anterior a la âgalaâ del Español.
âGalerâ que ya no vale como expresiĂłn de divertido, reemplazado por drolerie Ăł amussant, pero se sigue usando la fĂłrmula del recurso a la epigrafĂa, cuando un paseo por el Euskera junto a una evasiĂłn al pasado nos ofrecerĂa âde nuevo- un sugerente âkalĂĄâ que en Euskera equivale a profundizar, echar el ancla, tomar un pedazo del interior (imaginad un asado sobre las brasas del que se prueba un trocito del interior o la forma aĂșn usada de âcalarâ un melĂłn, esto es sacar una pĂșa piramidal de su pulpa para ver si estĂĄ en sazĂłn o meter el pincho de hueso en un jamĂłn para olerlo) y âerrâ es la reiteraciĂłn, el volver a tomar un segundo pedazo ofrecido como galanterĂa: âerr e kalĂĄâ y tras la afĂ©resis y ensordecimiento, âregalaâ y su asimilaciĂłn al gĂ©nero o sexo, âregaloâ, acto de promociĂłn âcomo se dirĂa hoy- para ser amable o agasajar a algĂșn invitado.
Finalmente, recado y regalo estĂĄn muy cerca tanto en FonologĂa como en SemĂĄntica y vienen a señalar hacia algo deseado que nos viene de fuera, algo que nos llega y tomamos. El corolario es que hay mucho por investigar y otro tanto por descubrir.
1 Forma popular que los diccionarios âde calidadâ purgan a favor de âmezuâ por considerar a la primera derivada del Castellano y a esta Ășltima, del LatĂn.
2 Forma que caprichosamente o por herencia de eso que llaman âsustratoâ se da tambiĂ©n en el lejano Rumano.
Hola Javi,
La voz regalar tiene un segundo significado que poca gente sabe, el relacionado con «derretir, gotear». Esta voz aĂșn se emplea en muchos pueblos de España, donde es habitual ver carĂĄmbanos en los tejados. En catalĂĄn se dice regalimar, y aquĂ acaba el parecido con otras lenguas. Nuestros sabios, entre ellos Coromines, no resuelven este concepto, sĂłlo hablan de realizar un presente, voz que, como tĂș explicas, adjudican errĂłneamente al francĂ©s. Regalar (de gotear) vendrĂa de:
ERRE = «como adverbio: repeticiĂłn de una acciĂłn» + GAL = «pĂ©rdida, desprendimiento» + A = «artĂculo».
ERREGALA > REGALA, serĂa «un desprendimiento o goteo constante», una acciĂłn que podrĂamos asociar con el goteo de la nieve que se derrite o con el goteo de los carĂĄmbanos de hielo que penden de los tejados.
Y es probable que la raĂz «gal» (desprender, caer) se asociara con dejar caer algo, una forma de decir que has recibido un regalo. ÂżQuĂ© opinas?
Un saludo
Ver derretirse el hielo poco a poco (erre-gal) debĂa ser el mejor regalo, porque pronto llegarĂa la primavera.
Cierto, como el asomar de los primeros espĂĄrragos de mis melgas que ya hemos empezado a comer y a los que espero poder invitaros cuando nos quiten las barreras y vengĂĄis a visitarnos.
Mira «rebaba», erre babå, muy parecido.
Pues no sabĂa esa acepciĂłn del goteo de los carĂĄmbanos, pero no me extraña que Don Joan no acertara; la verdad es que no entiendo como un tipo tan corto llegĂł a ser referente durante dĂ©cadas. Mi padre se desesperaba y ya hacia 1980 me pidiĂł comprar su Breve Diccionario… que pronto me dijo: No vale para nada.
«Gal», raĂz del verbo perder, puede tambiĂ©n ser goteo; por ejemplo, la menstruaciĂłn, que se llama «la Regla», no es regla de nada, es una frase compacta «larregala»que los sabios han disectado sin tener ni idea de lo que hacĂan. «larre», equivale a turbiedad, arrastre y «gal» es el goteo de nuestras hembras.
AsĂ que estĂĄ muy bien tener nuevas opciones.
Pronto me retiro y me relevĂĄis con Ă©xito.
Javier, es un privilegio seguirte en tu web, conocer a través de tus explicaciones el origen etimológico de las palabras castellanas, y no el que nos han vendido hasta ahora nuestros eruditos. Aupa, y sigue adelante!!!
Ez da asko, baina tire, harria mugiteko, lehena da indar handiena.