Los casi seiscientos kilómetros cuadrados de cuenca que nutren al Kadagua, se vierten al Nerbión ya cuando las mareas se notan en el estuario y todo su caudal se entrega al cauce principal en “La Punta” de Zorroza, mostrando casi siempre un tono distinto a las aguas que vienen del conjunto Ibaizabal-Nerbión, que debería llamarse Ibaizabal-Nerbión-Kadagua, ya que otros tributarios como el Arratia o el Asúa, también célebres, son de dimensión mucho menor
De esos tres ríos principales, el Ibaizabal trepa hacia la meseta por Urkiola, el Nerbión por Orduña y el Kadagua lo hace por el Oeste, fresando la sierra de La Magdalena y horadando junto a sus afluentes, el puerto del Kabrio para superar el Valle de Mena y asomarse al Ebro, mejor al Nela, que a mí siempre me ha parecido “Lena”, como el ruso.
Las etimologías de los lugares y las explicaciones para los topónimos españoles no han mejorado desde el siglo VI en que Isidoro dio por terminado su trabajo descriptivo y sus discípulos siguen dando explicaciones vanas, infundadas y seguidistas, queriendo explicarlo todo, bien por un Latín que nunca salió de las calles pavimentadas y de las plazas, bien por un Godo que nunca hizo otra cosa que cobrar impuestos en establecimientos y quintas lejos de las cumbres o por un Celta imaginario que vale para todo y para nada.
Hoy en día, para el Kadagua, se explica que su origen es latino asimilando Cadagua a Caput Aquam: “ lat. caput (cabeza), lat. aquam (agua): cabeza, nacimiento del agua”, con lo que se han quedado calvos todos los eruditos, porque no hay río que no nazca en un punto más alto y luego descienda.
La tradición más veces contrastada es la que bautiza a los ríos por alguna característica notable y singular de sus fuentes más altas.
Tradición, que no ley, porque –a veces- zonas centrales del río o conjunto de afluentes (ver el río Barbadún) o incluso de sus tramos más bajos (Betis), llegan a adueñarse del nombre principal, aunque en las cotas altas perduren otros.
En el caso del Kadagua, desde que vi su nacimiento escandaloso y múltiple en un entorno umbrío, lleno de bolos y simas en una primavera lluviosa y tras un invierno húmedo y largo como pocos, no he dejado de diferenciarlo de la mayor parte de los ríos que discretos o llamativos, casi siempre lo hacen en forma de modestas fuentes, pacíficas gándaras, grietas que manan o surgencias concentradas, pero no de forma tan llamativa como el Kadagua, que lo hace no en la cabeza de la sierra como correspondería a ese “kaput”, sino a media altura; un poco por debajo de las curvas de la vía del tren de “Larrobala” (que dicen “La Robla”) y mirando al Este, como para marcar su trayecto.
En la orto fotografía adjunta se ve el punto de nacimiento y en la foto de Google Earth, la sierra que desmiente el pretendido prenombre de “kaput”, así como las primeras casas del pueblecito de Cadagua en primer término.
La foto del nacimiento sí que es reveladora de una condición atípica de la salida del agua a la luz: Múltiples afloramientos y un terreno calizo en un estado neto de mecanización por el agua, por la energía con que sale y su capacidad solvente de los carbonatos.
La raíz modal “kad” del Euskera arcaico, tiene que ver con la repetición secuencial de algo, con una reiteración más o menos regular; con una “cadena” o conjunto.
Igualmente, la raíz adjetiva “agú”, está relacionada con la condición de una masa fofa, ahuecada, erosionada, de forma que “kad agú a”, sin quitar ni poner nada, puede ser el indicativo de un karst en periodo de formación, designando así a la masa de la montaña roída por doquier, donde las aguas surgen por infinidad de lugares.
Esa circunstancia apoya mi propuesta de que sea ese el significado del nombre de Kadagua: “El nacedero múltiple”.
armengol
ar, roca,peña
men de mendi, monte
gol de goi, arriba
de arriba de la peña del monte
Esa es una posible solución, pero hay que contrastar con otras. «gol» al final suele equivaler a «gor», rojo y «men» suele hablar de minas. Voy a localizar los lugares que se llaman así y ver si es coherente lo que dices.
Gor de gorri (pelado) ej: mingorria ?
Sin duda, gorri se usaba mucho antes para indicar algo pelado, sin recursos. Recuerdo a mis tías (que murieron hace 40 años) y que hablando de su juventud y de que les expropiarían la casa, decían llorando, «kale gorrian ikusiko gara…»
Eskerrak.