Como se decía en el documento matriz sobre fenómenos lacustres, ahora tocan nombres que parecen referirse a lugares con proliferación de estos antiguos reptiles y otros varios parecidos o disparatados, como La Garabita, donde se unen Esla y Órbigo y en el arroyo de La Saz (Zamora), La Gobernadora y La Gobierna, en Las Bardenas, Tierra del Vino, La Manchuela, El Movedre y riberas del Valderaduey…
Numerosas La Goda, La Goleta (confluencia de Antella y Sellent, vega Guadalquivir, El Aljarafe, río Piloña…), pero vamos a los supuestos lagartos que aparecen en casi trescientos lugares de nuestra topografía con nombres como A Lagarta, A Lagartiña, una veintena de arroyos de los lagartos, una docena de El Lagarto, otra de Fuente del Lagarto; nueva veintena de La Lagartera, muchas Lagartijas, Lagartinas, Lagartosas y numerosas peñas, ramblas, prados y regatos del lagarto, siendo lo más curioso, una Laguna del Lagarto en Segovia (mapa siguiente) y un Lagún del Lagarto en una zona de aguas freáticas en Palencia que me hicieron pensar en la posible relación de estos nombres con zonas propensas a haber lagunas, aunque hubiera otros muchos lugares con nombres “del estilo” en espacios rocosos y estériles, para los que, seguro que hay otra explicación que puede tener que ver con el gusto de los lagartos por el sol. Imagen de portada.
Nombres como Lagarteira también aparecen en Portugal, pero ya en Francia, desaparece la “t” y solo se encuentra “Lagarde”, que suelen tratar de relacionarlo con cuarteles, siendo el hecho, que “lézard” como se llama al reptil, no ha dado en ese país señales en la Toponimia, lo que apoya la sospecha de que entornos llanos como en la Lagartera toledana, pudieran ser antiguos restos de lagunas someras del Arroyo de la Empedrada, que, ahora residuales (mapa siguiente), en tiempos llegaran a aflorar un par de kilómetros más al sur, donde ahora está la población.
Mancho del Lagarto, en la parte toledana del Valle del Tiétar; recordar que “lamancha” suele estar relacionada con extensas zonas lagunares y que es fácil que pierda el inicio, “la”, dándolo como artículo, para acabar en “mancha, mancho, manso…”.
La Mesa de los Lagartos, una antigua terraza fluvial, unos veinte metros sobre el cauce actual del Jarama, ahora alejada un kilómetro de los numerosos galachos del Meandro de Belvis, es seguro que hace milenios, estos llegaban hasta el pie llano o “mesa”. Mapa siguiente.
La Pena Lagarta entre el Río Sarama y el arroyo de O Cruceiro, tiene indicios de que en la confluencia de ambos se formara una laguna envolvente, señalada con trazos azules
En zonas cuasi desérticas, Las Salinas de Lagartijo, en Jaén, antes lagunas saladas, luego salinas.
Y para terminar, El Valle Lagarto, en Belvís de La Jara, Toledo, ahora una vega interceptada por la población; antes posible zona húmeda.