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Constantina

Las lluvias de las últimas semanas (imagen de portada) en Andalucía han traído nombres casi olvidados como Constantina, que -según los historiadores-, Plinio llamó Laconimurgi[1], pero que los romanos rebautizaron al nombre actual, cuestiones ambas difíciles de situar en contexto, pero que a quienes manejamos cientos de nombres de lugar nos traen reminiscencias lacustres, Laconi… por su evidente parecido a “laku” y Constantina, porque parece que se le hubiera amputado la “La” original de “Lakoestan antin a…”, algo así como “antiguo lago ocasional” (“antin”, “antzin”, antiguo).

Constantina se encaja en un barranco que divide en el sentido de los meridianos la Sierra Norte sevillana, barranco que recorre el río Villa y que era un claro paso hacia el Norte, ya que, hacia el Oeste, no había otro en tres leguas y hacia el Este, en casi cinco. Imagen siguiente.

Este río apenas es un arroyo con muy poca cuenca, pero, que, analizando la textura urbana, se ve inmediatamente que antes circulaba al margen del precioso casco rural con forma de almendra, pero que la demanda de urbanización ha dejado sin cauce, así que el arroyo “ha tomado las calles”. En la imagen siguiente el núcleo remarcado en blanco y el arroyo en sus tramos abierto y cerrado.

La condición de paso estratégico es coherente con la denominación del castillo y ermita de “La Hiedra”, nombre que se ha conservado íntegro durante milenios y que nada tiene que ver con la planta trepadora, sino con el hecho de haber existido un paso seguro “ie”, trayecto; “darra”, de transporte, que lleva…

La frecuencia con que aparecen en la toponimia española (y en países cercanos) componentes como “constante, consolación, consejera, consuegra, constanza, consulta, consulado, costenla, La Consejera, La Consensia, La Constancia, La Consuna… y otros parecidos en lugares que con gran frecuencia ocupan lugares propensos a la inundación, así como la Constantina de Argelia, famosa por su barranco o su cañón de roca, varias Constance, Constáncia, Constantina en Portugal; Constans, Constant en Francia, Constanza en Alemania y Rumanía… han dado pie para comenzar a estudiarlos “en masa” y comprobar si es casual o hay apoyo estadístico en su aparente relación con “laku”[2], que a veces hubiera perdido el fonema inicial y otras, la “u” habría mutado a “o” partiendo de nombres hipotéticos como “*lakuestan zia”[3].

Como es fácil imaginar, siglos de dominio radical de una cultura que otorgaba al imperio romano y al latín la hegemonía de la historia y la autoría de nombres de lugares y ciudades (ante la indiferencia del pueblo) tanto en la Constantina argelina, como en la sevillana o en la Constanza rumana, cronistas e historiadores se han conchabado para asegurar que sus nombres son un homenaje al emperador amigo de los cristianos, a su hermana Lulia o a quien hiciera falta que fuera ciudadano romano.

Obviamente no hay confirmación de estos supuestos hechos históricos, que, en el caso de la Constantina sevillana, cuyo inicio (calcolítico) pudo ser apenas una atalaya o castillo y algunas chozas en esa época, para no conformar un verdadero núcleo urbano hasta el alto Medioevo, haciendo dudar que algún gobernador del final del imperio quisiera hacer referencia a Constantino en semejante puesto militar o de fielato.

Además, hay más argumentos para una duda general; por ejemplo, porqué a la Constanza alemano-suiza, nadie propone referencias a Constantino, mientras todo el mundo sabe que el lago que separa ambos países, se llama Constanza, dato que apoya el postulado de este ensayo, que plantea que en Constantina, el arroyo de La Villa, pudo haber formado en el pasado una o dos zonas eventualmente lacustres; una en la parte del desfiladero entre el castillo y el núcleo urbano, tramo estos días inundado y otra, aguas abajo, zona llamada “de la teja” por las arcillas depositadas, dejando siempre expedita la senda que coincide con la actual A 455. Mapa siguiente.

[1] “mur egui”, suena a construcción de muro; éste, de “bur o”, elevación, cabecera.

[2] Son mucho más abundantes los lugares con nombres que comienzan con “La Cu…” y coinciden con lagos pretéritos o actuales.

[3] “laku” (agua retenida) es original del euskera, “estan” se refiere al vaciado repentino o periódico y “zia” es una juncaleda, por lo que “lakuestanzia” se traduciría por el juncal del lago eventual.

Sobre el autor

Javier Goitia Blanco

Javier Goitia Blanco. Ingeniero Técnico de Obras Públicas. Geógrafo. Máster en Cuaternario.

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