Es curioso que si el “negro” de las lenguas latinas no deriva de “ater” (raíz que se considera verdaderamente latina) y no sabemos de donde se tomó lo que aseguran ser su origen, “niger-gra grum”, pero la toponimia española está llena de “negras” (más de 1.200), de “negros” (más de 1.000), de “negres” (casi 500) y de “negris” (un par de cientos) e incluso algunos “negrus”, como el Monte Monegru en la cuenca media del Nalón, el Xerru Negru, muy cerca, el Pilanegru en el río Ponga o la Fuente de la Negrulla en los Montes de León, hay gato encerrado en las explicaciones oficiales y en la histeria de los defensores de la dignidad humana.
Este meneo a lo negro está relacionado con el escándalo que se ha montado en Biarritz a cuenta del cambio de nombre exigido para La Negresse, un barrio popular que se han obsesionado los “antirracistas” en creer que se debía a que allí hubo en el siglo XIX (cuando aún se traficaba con negros), una criada negra, que dio nombre al barrio. Imagen de portada.
Este es uno de los daños colaterales cuando la cultura llega a personas que no están capacitadas para pensar.
El topo “La Negresse” es auténtico y original, parece solo ligeramente alterado por la ortografía impuesta; el barrio es una zona endorreica llena de lagunas y depósitos de arenas y lodos y su significado (aunque se ha de trabajar a fondo) en principio puede ser algo relacionado con ranas (“negel” en el euskalki de Laburdi), por ejemplo, «negelezea», humedal de ranas o bien pudiera tener que ver con los barros que forman el suelo del lugar «legar (e) tza», en el primer caso una evolución de la “l” final en “r”, esto es, “negel-neger” y humedad, saturación; “eza”, dando “negereza”, el humedal de las ranas y en el segundo de la “l” inicial en “n”, “legær ez a” a “negæreza”, las graveras.
En Francia hay varios lugares aparentemente del mismo corte: el Lac Negre (que, contrariamente es casi blanco) en el alto Boreon en la imagen siguiente, Negreville (Mancha), zona lacustre, Negrepelisse (junto al Garona en zona da lagunas), Ruisseau du Negretto, Negrepelisse…
En España, mucho más abundantes “negra y negro”, tampoco son escasos los “negre”, incluso en Canarias con los Llanos del Negrito en Fuerteventura, una de las pocas zonas con suelo de colmatación hidrológica. Imagen.
O el Navazo de La Negra entre Toledo y Talavera, hoy de dimensión ridícula pero que pudo ocupar una amplia zona de hasta 80 has. como se muestra en la siguiente imagen.
Ses Illes Negres en la rasa entre Ibiza y Formentera, son muy blancas, consistiendo en materiales de abrasión ligeramente consolidados, lo que puede ser el origen de su nombre, originalmente “leger ek”, alterado a “legres” y “negres”, cuando son modelo de palidez.
También Camps Negres en Begur, donde el Ter desagua en el mar, uno de sus antiguos brazos riega los Camps Negres, que no son campos negros, sino dorados, pero las lagunas son tan ubicuas que se ha creado un campo de golf y (también aquí) se ha hecho un aeródromo rodeado de arrozales.
Al otro lado de España, Negrelle y Ponte de Negrelle en La Coruña, las líneas curvas de las parcelas, muestran que hubo una laguna ahora desecada y cultivada.
Y en el Barranco del negre, en un entorno árido y pendiente en Huesca, donde hay una pequeña llanura cultivada de apenas un tercio de Hª, fondo de una antigua balsa, que le ha dado el nombre.
También el aeropuerto de Lleida se realizó rellenando la Basseta del Negre (balsita del negro) en un entorno muy llano, atestado de lagunas residuales.
En Alzira, donde el Xúquer se ensancha en kilómetros de huertas, está la Casa Calces Negres y donde la ribera del Arlanza es más llana y húmeda está El Negredal.
En Sotodosos, Guadalajara, El Negredo es un entorno anteriormente palúdico, como lo atestiguan no solo su suelo y el topónimo “Entre las Aguas”, sino sus regadíos y las numerosas acequias de drenaje que lo orlan.
O El Negrete en Manganeses de la Polvorosa, una de las zonas “modelo” de regadíos en León.
Y varios Estany Negre, los Hondos del Negrel, un kilómetro cuadrado de una planicie regada en el alto Turia y L’Om negre en Sagunto, huerta al borde del mar, En Paredes de Sigüenza, La Negrera es una zona agraria húmeda, en el Arroyo Tiraña (Asturias), un posible fondo de lago de una hectárea…
Las Negreras, cerca de Íscar, una zona regable llena de pozos y rodeada de topónimos como La Alberca o El Bodón.
Negredillo en Quintana del Puente, zona de ribera regada, Negreras (río Carrión), otra zona fresca, lo mismo que Negreros en el mismo entorno; en fin, muchos lugares en que la antigua presencia de aguas someras ha dejado muestras físicas, pero también en otros topónimos que suelen acompañas a las negreras, negrales, negredales, negretes, negres (además de cientos de alegranzas, salegrales, legraz, alegres, legreiras, legretas…) y en Francia “la Negresse”.
Dicen que sus aguas son oscuras, y por eso la llaman lagua Negra, en Soria; pero no es cierto. Yo la he visto varias veces, y sus aguas no son negras.
¿Y los monegros, en Huesca? Dicen que se llaman así porque antiguamente estaban poblados por un tupido bosque. Y absurdo es; si fuera así, deberían llamarse «monverdes»
Un saludo